PROCESO DE PROFESIONALISMO DESARROLLO DEL
CONOCIMIENTO ENFERMERO
El desarrollo de una disciplina científica no es
sólo el producto de pensamientos internos de su objeto, es también el producto
de una historia, del quehacer natural y espontáneo que a través de culturas y
organizaciones sociales han aportado, un cúmulo de experiencias y diversas
formas de práctica adaptadas a necesidades diferentes.

La transición de vocación a profesión en 1970 fue un giro de gran importancia para la enfermería, desde entonces surgen con mayor fuerza los cuestionamientos referentes a la esencia de enfermería y la necesidad de aumentar el conocimiento para sustentar la práctica, así entonces comienzan a elaborarse teorías y modelos conceptuales con el fin de guiar el pensamiento crítico que se requiere para la práctica profesional.
Como hemos visto, los hechos históricos que han
vivido la profesión enfermera y de forma especial los acaecidos desde la
segunda mitad del siglo XIX, el avance social de la mujer, los avances
tecnológicos, expansión de los hospitales, participación en las contiendas
bélicas e institucionalización estatal del auxilio social, influyeron de forma
sorprendente en la actividad milenaria de cuidar.
Estas causas unidas a otros cambios internos,
influencia de líderes de la enfermería, asociaciones enfermeras, literatura
científica propia, programas de formación unificados y titulación, son los
hechos que desde la historia, nos plantean el reto que significa la
construcción científica de la enfermería.
El proceso de construcción disciplinar pasa
ineludiblemente por la delimitación de su objeto específico a través de su
pasado, la construcción de teorías y modelos, desarrollo metodológico y
tecnológico- instrumental.
De manera que explique, describiendo,
analizando y confirmándonos unas referencias ordenadas y sistemáticas a la vez
que interactivas con otros campos disciplinares, sin dependencias exclusivas.
Esta función se verifica mediante la construcción de nuevos conocimientos y
ordenándolos en una misma dirección epistemológica que producirá una progresiva
definición profesional.
E implique, comprometiendo a una práctica
derivada de las prescripciones de un objeto de conocimiento específico que se
pone al servicio de conocimientos disciplinares propios.
Pero este largo camino no sería posible, sin
contenidos exclusivos, sin una estructura conceptual, metodológica y de
intervención que tuviera sentido propio y distinto, que estuviera legitimada y
reconocida como necesaria en el conjunto de las ciencias humanas.
Este análisis de estructura, sentido profundo de
sus elementos y teorías contributivas, se completa con las relaciones que
mantienen estos entre sí y de sus interdependencias, ofreciéndonos de esta
manera las partes para su estudio.
Por tanto, la enfermería como espacio disciplinar,
nos aparece como un intento preciso de secuenciar, organizar y delimitar el
conocimiento enfermero
Este proceso suele implicar un progresivo consenso
entre los especialistas de una misma disciplina y es el debate dentro de este
colectivo una de las formas de consolidación de la propia riqueza interna de
las mismas.
En este capítulo trataremos de analizar el proceso
de construcción científica de la enfermería, las valiosas aportaciones que han
hecho los distintos profesionales en este esfuerzo colectivo en tiempo y
espacio delimitados por el propio proceso y la configuración progresiva de su
mapa conceptual, así como la situación actual y las alternativas o caminos de
futuro existentes o posibles
Margaret Newman y
Alaf I. Meleif coinciden que durante las primeras décadas del siglo pasado
el conocimiento de enfermería se basó en el del médico, aun teniendo educación
universitaria autónoma. Gracias a la formación de docentes de enfermería se
empezó a estudiar temas diversos que comenzaron a plantear interrogantes
respecto de la implicancia y alcances de la enfermería, naciendo de este modo
la investigación en el área, todo esto aproximadamente en los años treinta,
cuarenta y cincuenta. La investigación fue esencial para el desarrollo del
conocimiento de enfermería y aún lo es, continuándose con la creación de teorías, pero
paralelo a ello también lo hizo la necesidad de manejo y entendimiento de
estas, para lograr utilizarlas y aplicarlas en la práctica.
McEwen y Wills afirman que la teoría
sirve, ya que estructura y organiza los conocimientos, es un medio distintivo
de otras disciplinas, tiene un sistema de proposiciones y conceptos
interrelacionados utilizados para predecir, explicar, comprender y controlar
una parte del mundo empírico y pueden ser verbalizados. Promueve la lógica, la
práctica sistemática, la atención coordinada y menos fragmentada y valida la
intuición. Varían según número de elementos, características, complejidad y
tipo de relaciones entre elementos. Maira Levine (citada en McEwen y Wills)
plantea que la incorporación de las teorías agrega nuevos conceptos, definiciones
y declaraciones que aumentan la confusión. Pudiendo ser éste el motivo del
rechazo hasta dentro de la misma área por considerarse su desarrollo difícil,
confuso e inútil.
La teoría apoya y sustenta la
práctica de enfermería, orienta a realizar las actividades con fundamento,
permitiéndonos tomar buenas decisiones en situaciones complejas. Utilizarla
permite razonar respecto a nuestro quehacer y a no hacer las cosas de una
manera mecánica e impulsiva. La falta de conocimiento y/o la escasa o nula
utilización de nuestros modelos conceptuales y teorías, además de la poca
aplicación de éstas en la práctica, han tenido como consecuencia que aún la
enfermería se siga viendo como parte de la labor médica, sin independencia a la
hora de tomar decisiones frente al usuario.
El cuerpo teórico disciplinar es
aplicable en la práctica y demostrable empíricamente. En estos últimos años
gracias a la mayor investigación y utilización de las teorías como base del
conocimiento, los estudiantes se han dado cuenta por medio de la utilización de
estas, de su utilidad y que el rechazo que provocan es más bien por el
desconocimiento, pudiendo ser aplicadas en investigaciones cualitativas y
cuantitativas.
LA
DISCIPLINA DE LA ENFERMERA
En la actualidad los términos disciplina, cuidado, disciplina enfermera y profesión enfermera están siendo utilizados de forma regular para referirse a lo que las enfermeras hacen en la práctica diaria. Sin embargo, no se ha llegado a un consenso de estos conceptos, posiblemente por ser difícil su definición.
Un hecho parece estar bien claro la enfermería es considerada una profesión que está constituyendo su cuerpo disciplinar a partir de diferentes ramas del saber humano y a la vez está aportando conocimientos a la ciencia.
Para explicar el concepto enfermería es necesario describir los significados de disciplina y profesión.
Una disciplina es un conjunto de conocimientos rigurosos y sistemáticos sobre una determinada materia que explica e implica. Una disciplina explica por qué describe, analiza y confiere unos conocimientos ordenados y sistemáticos, interrelacionados con otras áreas disciplinares pero con independencia de ellas. Los conocimientos disciplinares, ordenándolos en un mismo limite y validez, producen la clara diferenciación del objeto disciplinario. Precisamente es esto lo que confiere identidad a una disciplina.
A la vez una disciplina implica un ejercicio profesional, con actitudes determinadas, aptitudes específicas y técnicas aplicadas.
Las disciplinas tienen tres características que las determinan como tal:
1. Poseen un cuerpo de conocimientos sistemático y relacionado entre sí que da significado global al objeto de la disciplina o rama del saber.
2. Utilizan su actividad el método de la ciencia, adaptado a las peculiaridades del objeto disciplinar.
Enunciados y los términos lingüísticos se articulan entre sí en distintos niveles
El
reconocimiento de Enfermería como una disciplina profesional implica que
quienes la ejercen puedan establecer una directa relación entre el cuidado de enfermería,
el desarrollo conceptual y el método seleccionado para proporcionar el cuidado;
de esta manera el ejercicio práctico de la profesión tiene un soporte reflexivo
e ideológico que le fundamenta.
Desde
hace algunos años las enfermeras/os han intentado desarrollar la práctica
autónoma de la profesión, quizás como ningún otro grupo ha deseado convertir la
especialidad en una disciplina científica, pocos no han sido los esfuerzos para
delimitar un área particular de pensamiento que guíe la práctica, investigación,
formación y la gestión en enfermería.
LA ENFERMERÍA COMO CIENCIA
Al hablar de Ciencia y todos los aspectos de la
misma, es indudable que la Enfermería se ubica como una Ciencia. La sociedad de
Enfermería en su evolución ha realizado una gran producción teórica en el
estado positivo, en tanto que posee un sistema de Ideas, estudia casos que
pueden ser observados; puede definir la o las formas para explicar los
fenómenos de su interés y llegar a establecer las relaciones entre ellos.
Enfermería
como disciplina científica, integrada por ciencia y profesión, está compuesta
por conocimientos que se aplican a partir de una forma particular de ver una
situación y de la relación sujeto-objeto que permiten desarrollar su praxis.
Esta condición lleva a reflexionar sobre el fundamento que la respaldan como
una disciplina social. Enfermería entrelaza pasado, presente y futuro.
Históricamente se ha demarcado como una práctica caracterizada por la
feminización de la profesión, la supeditación del desempeño a la enseñanza e
indicación médica y anclaje por al modelo biomédico centrado en enfermedad.
Para definir Enfermería como una disciplina social, algunos muros deben ser
derribados: comunicar y divulgar; interrelación práctica y conocimientos;
interrelación con otras disciplinas; necesidad de que el objeto central para la
disciplina sea unificado, desde el conocimiento construido, ir más allá de la
práctica y reflexionar sobre la palabra cuidado. Las investigaciones evidencian
como preponderante las relaciones que establece Enfermería con las personas en
todos los ámbitos de acción.
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